El CSIC alerta.
El CSIC alerta de que «ni siquiera los alimentos ecológicos» están libres de dioxinas.
Son sustancias cancerígenas que se introducen en el organismo de los humanos. Industrias como las centrales térmicas y cementeras liberan las dioxinas, que se impregnan en los mares y el subsuelo. Los expertos piden estudiar el «impacto real» de estas sustancias a largo plazo.